5 Trucos para Memorizar el Temario Más Difícil de las Oposiciones
¿Cómo memorizar correctamente y a medio-largo plazo? La memoria puede convertirse en uno de los principales aliados al preparar una oposición. O en uno de nuestros grandes enemigos… Si sientes que te encuentras en este último caso, es probable que no estés utilizando los trucos mnemotécnicos que mejor funcionan para ti…
Antes de introducirnos en estos consejos para memorizar temario de oposición, vamos a conocer brevemente los diferentes puntos que atravesamos en un proceso de memorización:
- Comprensión: en este primer paso nos acercamos a los conocimientos y tratamos, muy importante, de comprenderlos.
- Retención: es el momento de retener estos datos nuevos, de los que no tenemos recuerdos. La clave está en tratar de asociarlos a conceptos ya conocidos, como veremos posteriormente.
- Evocación: la evocación consiste en rescatar de la memoria lo que ya habíamos memorizado. Es el ejercicio que hacemos en los repasos o en el examen para extraer la parte de temario necesaria. Los trucos para memorizar buscan que la evocación sea más fácil gracias a la asimilación con conceptos familiares.
Si tienes problemas para memorizar largas listas o no consigues recordar bien la estructura de tus temas, aquí van algunos de los métodos mnemotécnicos más utilizados:
1. Método LOCI
Del latín, lugar, el método es uno de los trucos memorísticos más antiguos, que se remonta a la antigua Grecia. Quizás hayas oído hablar de él también como el “palacio de la memoria”, haciendo referencia a ese espacio lleno de detalles que tenemos que recordar.
Este método se basa en la visualización de un lugar (normalmente un espacio que conozcamos bien, como nuestra casa o nuestro lugar de trabajo). La técnica consiste en asociar a objetos o personas que allí se encuentran con los conceptos de la oposición que queremos recordar.
Es especialmente útil cuando hay información estructurada. Por ejemplo, recordamos nuestra casa de cinco habitaciones. La primera es la cocina, que corresponde al punto número 1. Dentro de ella tenemos la nevera, que relacionamos con un concepto y, dentro de ella, tres alimentos que serán otros puntos dentro del mismo. Así, vamos pasando por las diferentes estancias y recordando los detalles que hemos estructurado en la memoria.
En este particular “palacio de la memoria” no solo puedes utilizar objetos, sino también personas o personajes dentro de cada una de las estancias. Para no olvidar el propio palacio, se recomienda que los lugares sean conocidos de sobra.
2. Esquematización
De nuevo, rescatamos la visualización para llegar a la evocación. Utilizar esquemas, con colores y diferentes niveles es clave para estructurar la información y ayudarnos a recordar mucho más fácilmente.
Hay muchos opositores que esquematizan todo su temario, mientras que otros prefieren simplemente subrayar. En cualquier caso, recomendamos hacer al menos un esquema con conceptos principales de cada tema. Es especialmente útil a la hora de rescatar de nuestra memoria los conceptos y poder organizarlos de forma estructurada.
3. Siglas o acrónimos
Utiliza las siglas (primera letra de cada palabra) o los acrónimos (formados por la unión de elementos de dos o más palabras) para recordar aquellas listas que más nos cuesta retener.
4. Rimas y melodías
¿Recuerdas la divertida canción “Do, Re, Mi” de Sonrisas y lágrimas? Las melodías y las rimas también nos pueden ayudar a memorizar. Eso sí, esta técnica no es tan fácil de recordar (y menos aún de crear) por todo el mundo como lo son los esquemas. Pero si tienes una lista que te cuesta muchísimo retener y la introduces en una canción conocida que te aprendes, la recordarás para toda la vida.
5. Recitar, grabar, escuchar
Para memorizar podemos estimular nuestra mente mucho más allá de la memoria visual. Repite tus temas en alto y grábate. Sin complicaciones: no necesitas una grabadora, puedes hacerlo cómodamente con el móvil.
Así, puedes rescatar ese audio y escucharlo mientras haces otra cosa en tu casa o en tus ratos muertos en el transporte público. Es especialmente útil para los temas que más se nos resisten. Cuando los hayas escuchado varias veces, incluso sin prestar atención exclusiva, verás cómo repasarlos se hace ya mucho más fácil.
Escoge tu método preferido para memorizar aquellos conceptos que más te cuesten y… ¡muchas suerte con el estudio!
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